REINVENTARSE O MORIR!

España es un país de contrastes, un país multicultural, este país te brinda la oportunidad de cambiar de nación sin salirte de las fronteras. Los recursos culturales y paisajísticos de cada comunidad autónoma son tan distintos que parece que cambies de estado sin abandonar España. Las distintas lenguas, las distintas costumbres y el gran número de diferentes tipos de pueblos crean una atmosfera perfecta para el desarrollo turístico.

En España tenemos una gran tipología turística, tenemos muchos tipos de turismo porque tenemos recursos para poder abarcar todos ellos. Tenemos turismo rural, de sol y playa, ecoturismo, turismo de lujo, turismo de salud, turismo religioso, turismo cultural, turismo de fiesta. Hay multitud de empresas dedicadas a cada tipo de turismo, pero sin duda alguna el turismo de sol y playa es el más consumido en nuestro país.

Cada año millones de turistas de todas partes del mundo invaden nuestras playas, se alojan en los hoteles costeros y consumen litros de cerveza y sangría mientras buscan el sol desesperadamente como girasoles en el campo.

Actualmente muchas empresas y particulares viven gracias al turismo de sol y playa, es beneficioso para ellos, pero ¿es beneficioso para nuestro país, nuestros vecinos y nuestro futuro turístico?

Este año diferentes comunidades de vecinos de diferentes localizaciones españolas han empezado campañas para controlar el número de turistas que llegan a sus pueblos y calles, como ya pasó en Barcelona los vecinos quieren unirse para que el gobierno regule el número de llegadas.

Las macro llegadas de turistas a puntos como Mallorca, Benidorm o Barcelona dificultan la vida diaria de las gentes locales, este tipo de turismo deja dinero en la zona, pero ni la mitad del dinero que podría dejar si estos viajes estuvieran organizados por empresas españolas, ya que la mayoría de las empresas que gestionan estas llegadas son turoperadores europeos.

Este tipo de turismo no es un turismo elegante, no es un turismo aventurero que quiere descubrir el país, la cultura y a sus gentes. Es un turismo garrulo y nada cosmopolita que solo busca sol alcohol y desmadre sin fin.

A mi parecer, tenemos que cambiar el tipo de turismo español. Tenemos que cambiar la manera en la que el mundo nos ve desde fuera de nuestras fronteras. Tenemos que conseguir que cuando un alemán esté en Berlín y piense en España para sus vacaciones  de verano no piense en que se va a volver con recuerdos borrosos por el alcohol sino que vuelva a su país con la idea de que España es un país lleno de contrastes increíbles, con monumentos espectaculares, con playas hermosas de arena para relajarse, con unas ciudades cosmopolitas y abiertas al mundo actual y con la amabilidad y la hospitalidad de los españoles, que en mi opinión es el mayor recurso.

Para conseguir todo este tenemos que empezar a cambiar la publicidad que tiene nuestro país desde fuera, implantar denuncias por alcoholismo en la calle y leyes por exceso de sonido o escandalo público.

Una parte difícil de conseguir, pero para mi parecer muy importante es reducir el número de llegadas anuales, conseguir que se pueda pasear por los paseos marítimos y estar en tumbado en la arena sin que parezcan las rebajas del corte inglés.

Realmente lo que quiero mostrar es que un turista que viaja a España y se encuentra con espacios abarrotados donde incluso le cuesta estar tranquilo ya no va a volver a viajar a nuestro país.

Durante todos estos años ha funcionado este tipo de turismo, y ha ido aumentando cada año, pero tarde o temprano va a explotar ya que la gente cada vez busca destinos más exóticos y poco abarrotados, así que como el dicho menciono REINVENTARSE O MORIR.

España, la discoteca del mundo.

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68.2 millones es la cifra de turistas que visitaron España en 2015, este dato nos sitúa en el tercer país más visitado del mundo después de Francia y Estados Unidos.

España es un país lleno de recursos turísticos, los turistas pueden encontrar todo lo que buscan sin salir de nuestras fronteras. Tenemos playa, montaña, edificaciones increíbles y recursos culturales que son la envidia de muchos otros países. Pero en mi opinión, el encanto de esta nación reside en la gran diferencia de culturas, idiomas, fiestas y costumbres que existe en sus diversas comunidades autónomas. Podríamos afirmar que España es un país plurinacional.

Un viajero que viaja a España puede tener esa magnífica percepción de sentir que cambia de país solamente moviéndose entre sus comunidades autónomas y ciudades. El lunes puede estar en Andalucía bailando flamenco en Sevilla y el martes estar realizando la primera etapa del Camino de Santiago en Galicia rodeado de naturaleza y respirando aire puro. El miércoles puede viajar hasta el País Vasco para correr delante de los toros en San Fermín y el Jueves estar de tiendas en la Monumental de Barcelona (plaza de toros que recientemente ha sido convertida en un centro comercial por la prohibición de corridas de toros en Cataluña). Aunque si realmente quiere disfrutar de Barcelona tendría que visitar las magníficas obras que nos dejó para el recuerdo el gran Gaudí.

Pero aquello que realmente une a todas las comunidades autónomas es el calor de su gente, su hospitalidad y sobre todo la fiesta. La fiesta hace de España un lugar único en el mundo, podría llegar a decir que muchas leyes políticas están enfocadas y dirigidas a que estas fiestas puedan realizarse sin ningún problema y con total normalidad.

Cortar el tráfico en la avenida principal de una ciudad española es como quitarle un caramelo a un niño pequeño, lo más fácil del mundo.

Simplemente pónganse en la situación de un alemán que llega en tren a la Estación del Norte de Valencia en plena celebración de las Fallas. Este personaje supuestamente tranquilo de la Europa central cuando salga de la estación se va a encontrar con una de las principales avenidas de la ciudad cortadas, mientras la música fallera de las charangas resuena en sus oídos y miles de valencianos desfilan, bailan y beben alcohol como si fuera el último día de sus vidas.

No solo ocurre estos en las Fallas de Valencia, otros grandes ejemplos de ello serían San Fermín en Pamplona, la Feria de Abril en Sevilla o los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife.

La alegría que transmite encontrarse en uno de estos lugares en el día justo de su fiesta popular no tiene precio, quieres quedarte en España para siempre. Quieres exprimir esos sentimientos cada segundo de tu vida.

Todo esto suena muy bonito, pero como todas las cosas de este mundo tiene también su doble cara de la moneda. Tenemos que conseguir que nuestros políticos implanten leyes que regulen los horarios, el escándalo en las calles, los comportamientos indecentes en los hoteles (gran ejemplo de ello son los destrozos que causa los turistas en alojamientos de Mallorca o Barcelona) y otros muchos temas más que rodean la noche española.
Si esto no se regula ya podría imaginarme perfectamente a mis futuros hijos haciendo botellón en el Congreso de los diputados o de rave en el interior de la Sagrada Familia.

Cuando los turistas llegan a España tienen que encontrar cultura, fiesta y alegría pero también tenemos que hacerles ver que no están en un estado anárquico, tienen que tener claro que aquí tenemos leyes, leyes que se tienen que respetar y quien no las respete tiene que pagar por ello.

Un turista no puede llegar a Benidorm y pasearse desnudo por el paseo marítimo a las 17:00 de la tarde y el día siguiente volver a Inglaterra como si nada hubiera sucedido.

Si esto no se regula con la mayor brevedad posible convertiremos a España en la discoteca del mundo, donde todos vendrán a desfasar y cuando se les pase el colocón volverán a sus países a contar entre risas a sus vecinos aquello tan vulgar que les dejaron hacer en España sin recibir ninguna reprimenda.

Un amigo mío siempre me ha dicho que si esto ocurre, España se convertirá en una discoteca donde todos vendrán a bailar y que los españoles limpiaremos cuando se apagan las luces.

Óscar a mejor Candidato presidencial. (EEUU)

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three, two, one, the show starts.

Empieza el espectáculo de las elecciones estadounidenses. Los candidatos se preparan, estudian sus discursos, sus expresiones faciales, practican los movimientos más adecuados ante las cámaras. Estudian teorías de convencimiento de masas y se entrenan para la que va a ser la película más larga de su vida; la campaña electoral.

Las campañas electorales de Estados Unidos son la envidia de las performances de todo el mundo. Se gastan millones de dólares en estas congregaciones colectivas para convencer a los votantes, pero hay una gran diferencia que distingue las campañas políticas estadounidenses con las del resto del mundo. La diferencia es que en el país de los yankees cada candidato a la Casa Blanca paga los gastos de su propia campaña.

En el país en el que se producen los grandes éxitos musicales mundiales y las grandes producciones cinematográficas de Hollywood no pueden faltar también los grandes espectáculos políticos. Los candidatos cantan, bailan, saltan en paracaídas y intentan conseguir el voto de tantas maneras que parece que llegar a la casa blanca sea tan importante como para un espermatozoide lo es llegar al óvulo. Utilizan a artistas de todo tipo para promocionarse como si fuera el estreno de una de las grandes películas de Angelina Jolie.

Por eso mismo envidio al mismo tiempo que odio las elecciones estadounidenses. Las envidio porque me gustaría que en España sucediera lo mismo, me gustaría que los candidatos fueran cercanos a los votantes, que se dejaran tocar y mover el pelo como Donald Trump o que fueran tan conocidos como Hilary Clinton que prácticamente hemos seguido toda su vida en los medios de comunicación.

Me parece sorprendente también que la gente se integre tanto en la vida política que una sola persona sea capaz de movilizarse con pancartas en mano para ir a intentar fastidiar la campaña política del candidato al que odia.

Al mismo tiempo odio las campañas políticas estadounidenses por que sacan el lado más macabro y destructor de los candidatos tanto demócratas como republicanos y sus equipos de gobierno. Intentan destrozar al oponente de la manera que sea, investigan su pasado, su presente y posiblemente hasta su futuro. Si uno de los candidatos ha tenido un pequeñísimo error en el pasado que tenga claro que va a salir a la luz. Si un día se le olvidó por casualidad dar de comer a su perro por la mañana el candidato contrario le va a llamar maltratador animal en su campaña política hasta saciar.

Una de las cosas que más odio, que últimamente he estado escuchando en varios medios de comunicación en referencia a las elecciones estadounidenses es que se refieran a este evento como ‘’las elecciones Americanas’’.

No, no son las elecciones americanas, América no es solo Estados Unidos. Estados unidos es una pequeña parte de América.

América son muchos países, muchas culturas que se indignan día a día por que los yankees no les incluyan cuando hablan de su continente.

América son países que luchan, que viven y que respiran día a día trabajo y sufrimiento. Ellos son los verdaderos americanos, los americanos ancestrales que habitan desde muchos siglos esas tierras y que no fueron descubiertos por Cristóbal Colón.

Colón se topó con ellos por equivocación y entonces el resto del mundo pudo descubrir las maravillas que guardaba aquel continente que incluso tiene pirámides Mayas que rebosaban en impresionismo a nuestras «nuevas´´ catedrales católicas.

Así que queda muy claro que América no es Estados Unidos.

TELEVISIÓN, FICCIÓN O DISTRACCIÓN?

Es martes, las diez de la noche, llega el momento en que cualquier español se sienta en su sofá e intenta desconectar del dial a dia, intenta desconectar viendo la televisión.

La televisión es un invento del que no puedes escapar, es un invento que te puede hacer sentir vivo, te puede hacer sentir impotente, te puede frustrar, te puede alegrar, te puede entristecer, te puede hacer sentir que tu forma de vida es la mas adecuada o que tu forma de vida es un infierno.

La televisión tiene el poder de crearnos realidades paralelas al mismo tiempo que nos hace sentir dentro de ellas.

Las series de televisión de comedia son un ejemplo de lo que las cadenas televisivas nos intenta vender día a día, vamos a poner un ejemplo «La que se avecina«.

Por que una seria como esta es líder de audiencia en todas sus emisiones?

Esta serie no es nada fuera de lo común, tiene un plato sencillo, unos protagonistas que intentan imitar los tópicos españoles y un guión que lo podría escribir cualquier persona que a vivido en un patio de vecino conflictivos. Pero, donde esta la clave de su éxito?

La clave de su éxito reside en que cuando un español de clase media enciende el televisor, quiere olvidarse de los problemas que lo rodean.  Para hacer esto posible necesita pensar que hay personas que lo están pasando mucho peor o que les esta costando bastante mas avanzar en la vida. De esta forma piensan que no son los únicos `abandonados´´en esta sociedad.

Por ello las series de televisión como esta nos muestras a personajes atormentados, a personajes que tienen problemas comunes a los nuestros pero que les cuesta afrontarlos y conseguir salir adelante. Al mostrar estas realidades ficticias el telespectador se llena de fuerzas y piensa que si unos personajes como ‘’Amador’’  o ‘’Recio’’ pueden resolver sus problemas, el también.

Todo esto no es un problema para la sociedad actual, es un método de distracción. Todas las personas necesitamos distraernos, necesitamos salir de nuestro caos diario y relajarnos sentados en un buen sofá.

Así que nunca digas este programa o esta serie es una mierda mientras te este distrayendo y haciéndote reír, porque en las desconexión esta ese pequeño momento diario que tanto apreciamos.

TURISMO ESPAÑOL, EL TURISMO MOLESTO INVADE FORMENTERA.

En la actualidad la gente no se preocupa por una cuestión que para mi es de vital importancia en nuestro país, una cuestión que debería ser tratada y solucionarse lo mas pronto posible, una cuestión que sobre todo ataca las playas y las convierte en auténticos vertederos sociales. Les hablo del turismo molesto.

España es un país que vive del turismo, llega junio y los puestos de trabajo se disparan, todos los negocios empiezan a prepararse para intentar rentabilizar al máximo la temporada de verano y las playas sobretodo se llenan de turistas deseando consumir litros y litros de cerveza.

Mas de 60 millones de turistas nos visitan ya cada año y hay que darle a cada uno lo que busca. Una gran parte del turismo que llega a nuestro país solo tiene en la cabeza 4 palabras básicas que le guiarán durante sus vacaciones estas palabras son: alcohol, droga, fiesta y sexo, pero por que buscan nuestro país para disfrutar de estos festines sin fin?

Es muy sencillo responder a esta pregunta, en España todo esta permitido si eres un turista extranjero, puedes saltar desde un puente borracho, puedes beber en la calle hasta la madrugada, puedes consumir drogas en la playa, puedes saltar borracho desde un balcón, puedes ir desnudo por la calle y raras veces te denunciarán o te llevarán preso. No digo que no existan leyes que prohiban hacer estas cosas, lo que intento decir es que las fuerzas del orden no actúan para que esto se cumpla o no pueden controlar a tanta gente desmadrada. Claros ejemplos de todo esto podrían ser perfectamente Benidorm, Magaluf o Ibiza entre muchos otros. Todo esto es lo que representa al turismo molesto.

La mayoría de turistas molestos son jóvenes de entre 18 y 27 años que solo buscan en sus vacaciones gastarse el mínimo dinero posible y pegarse la fiesta mas increíble de su vida. El perfil de un turista molesto podría ser el siguiente: joven que viaja con sus amigos para salir de fiesta sin importarle la cultura ni el sitio visitado, que busca gastarse el mínimo de dinero posible haciendo actividades ya incluidas en un pac de viaje y incluso en ocasiones trayéndose la comida de su sitio de residencia. Es decir, gente que ensucia la calle, molesta con su música a los vecinos, contamina los espacios naturales y pese a todo esto no deja dinero en nuestro país porque consume lo mínimo posible.

Desde hace unos cuantos años a nacido en Ibiza una empresa que esta logrando ser la numero uno en el sector de la fiesta, no solo en Ibiza sino en todo el mundo. Esta empresa se encarga de gestionar las famosas “party boats», las novedosas fiestas en los barcos. Estas fiestas consisten en cobrar unos 60 euros por persona, cargar un barco con toneladas de alcohol, llenarlo de turistas y irse dos horas a navegar por el mar mientras un dj pone música y todo el mundo baila.

Al principio este negocio funcionaba solo por las costas y proximidades de la isla blanca pero ahora los turistas quieren más, quieren novedad y empiezan a demandar que los viajes en estos barcos discoteca se realicen por las costas de Formentera, unas costas increíblemente bellas y naturalmente protegidas.

Desde que se instauraron los viajes a Formentera, cada tarde desde Ibiza sale una flota de barcos cargados de turistas en estado de embriaguez que se dirige a las costas de Formentera para seguir con la fiesta hasta la hora acordada de vuelta.

Esto esta suponiendo un grave problema para Formentera ya que desde las playas, los turistas de alto nivel económico que visitan Formentera escuchan la molesta música de los “party boats» y no les gusta, les quita la tranquilidad que hasta el momento en las Islas Baleares solo Formentera podía aportarles. También la música a altos niveles y la cantidad de barcos que ocupan las costas pone en peligro la flora y la fauna de la isla.

Todo esto esta provocando que los turistas tranquilos y que se dejan mucho dinero en la isla ya no quieran volver porque no encuentran tranquilidad, esta provocando que los comerciantes cierren ya que las “party boats» dejan cero euros en la isla.

No creéis que con un poco de conciencia humana y unas cuantas leyes políticas podríamos acabar con este problema que tiene al turismo de Formentera entre la espada y la pared?